🪖💉🧪🪦 Holocausto (2/2): Ciencia, tortura y la ausencia de Dios
“En Auschwitz no había lugar para Dios… y si existía, también estaba preso.”
Estas palabras, recogidas por testigos y sobrevivientes, resumen el dolor de quienes vivieron lo impensable.
🧬 Experimentos: ciencia sin alma
Médicos nazis como Josef Mengele, conocido como el “Ángel de la Muerte”, utilizaron a hombres, mujeres y niños como ratas de laboratorio:
Inyecciones de químicos en los ojos para intentar cambiar el color.
Amputaciones sin anestesia.
Esterilización forzada con radiación.
Niños gemelos diseccionados vivos para comparar órganos.
Todo bajo el supuesto de una “ciencia superior” que pretendía perfeccionar la raza aria, borrando toda ética humana.
🔥 Torturas más allá de lo físico
En los campos de concentración, el dolor era rutina:
Golpizas por hablar su idioma o llorar.
Prisioneros colgados de los brazos hasta dislocarlos.
Ahogamientos, congelamientos, mordidas de perros entrenados para atacar.
Cámaras de gas disfrazadas de duchas.
El “muro negro” de Auschwitz, donde se ejecutaban de un tiro en la nuca a cientos al día.
Pero la peor tortura, según los sobrevivientes, era el silencio de Dios.
🤍 ¿Dónde estaba Dios?
Muchos se aferraron a su fe; otros, simplemente la perdieron.
“Dios está muerto”, decían algunos al ver niños ardiendo vivos.
Otros pensaban que nunca existió, que todo era una creación humana que les fue arrebatada.
Algunos afirmaban sentir que estaban viviendo un juicio sin explicación, una especie de purga para un pueblo condenado por la historia.
Sin embargo, incluso entre las cenizas, hubo quien susurró oraciones, como una resistencia espiritual ante el horror absoluto.
🕯️ Más que historia: una advertencia
El Holocausto no fue solo un genocidio, fue un experimento psicológico, político y místico.
Una señal de que el mal no necesita cuernos, solo ciencia sin ética y política sin conciencia.
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